| | | (Dig./Roxana Pirela). |  | Los niños veneran a la Virgen de Chiquinquirá y elevan oraciones por sus seres queridos.
| | Maracaibo
La aparición milagrosa de la imagen de la Virgen de Chiquinquirá en una tablita a orillas del Lago de Maracaibo, cumple hoy viernes 18 de noviembre 302 años. Conmemoración que los zulianos veneran como una tradición religiosa y que las familias pasan de generación en generación; siendo los niños los que la reciben para transmitirlo a descendencias futuras, pues ven la bondad de la Madre Santa en su inocencia. Esta celebración coincide con la dedicación en este 2011 al Año de la Misericordia, que resalta la devoción de Jesús de la Misericordia.
Los hogares zulianos se llenan de júbilo en conjunto a los alrededores de La Basílica, donde como es tradición, La Chinita recorrerá las calles del centro de la ciudad acompañada por cánticos en su honor, flores, promesas y plegarias de sus devotos. A las 5pm inicia la Solemne Eucaristía Pontifical, presidida por Monseñor Ubaldo Santana, arzobispo de la Arquidiócesis de Maracaibo. Posteriormente se llevará a cabo la procesión patronal, que recorrerá la Av. 12 (Padre Añez), Calle 95 (Venezuela), Av. 4 (obispo Lazo), Calle 96 (Ciencias y retornará hasta La Basílica, donde se le rendirán honores con el grupo gaitero Barrio Obrero de Cabimas en la Plazoleta.
María Cárdenas la llevó a su casa
La historia refiere que una humilde lavandera en 1709, llamada María Cárdenas, lavaba ropa a orillas del Lago de Maracaibo y divisó una tablita que llevó a su casa para tapar una tinaja de agua. De repente, observó como brillaba el retablo, vio la imagen de Chiquinquirá y quedó maravillada. ¡Milagro! ¡Milagro!, exclamación que los vecinos escucharon. La casa de la lavandera se convirtió en centro de veneración y tiempo después el tabloncito fue llevado al templo San Juan de Dios donde aún sigue siendo su morada.
La veneraron alrededor de un hogar
El presbítero Eleuterio Cuevas, párroco de La Basílica, indicó que desde el año 1709 cuando se manifiesta el retablo de María del Rosario Chiquinquirá, como un hecho milagroso, la Virgen María ha sido el epicentro de toda la sociedad zuliana y especialmente la marabina, pero también en casas de familia, ya que María Cárdenas quien consigue la tablita a orillas del Lago de Maracaibo, como mujer de familia la recogió, la llevó a su hogar y el uso que le dio fue doméstico, como lo hace cualquier madre.
La Virgen de Chiquinquirá se reveló a la familia de María Cárdenas y alrededor de la calles del Milagro, por tanto, sigue siendo Ella quien convoca a las familias a vivir la fe. Acotó que lo más grande de las familias son los hijos quienes perciben ese ambiente de oración, serenidad y paz que produce la figura de María Santísima y más con el Niño Jesús en sus brazos.
Por consiguiente, explicó que es normal ver en La Basílica muchas familias que presentan sus hijos a La Chinita y los consagran a Ella. De esta manera, expresó que desde la familia a los niños hay un intercambio de experiencia de fe que se proyecta hacía María del Rosario Chiquinquirá. Por eso, apuntó que todos los años más de 500 infantes hacen su primera comunión en honor a la Virgen. También forman parte de la Sociedad Religiosa Infantil que portando su uniforme blanco dan testimonio de fe y amor a María Santísima. En consecuencia, los pequeños de la casa, se acercan a decirle: Chinita te amo, cuida a mi mamá, a mi papá.
Para el presbítero Cuevas, el Zulia ha tenido una influencia extraordinaria de docentes y maestros cristianos, que siguiendo la programación del Ministerio de Educación, transmiten valores cristianos a los niños y por eso hay visitas de colegios a La Basílica durante todo el año y especialmente en el mes de noviembre. Casi 50 colegios por día desde las ocho de la mañana hasta las 4 de la tarde y el traslado de la Replica a distintas escuelas e instituciones, que este año llegan a mil 400 solicitudes. Además en todas las carteleras de los colegios hay siempre un elemento alusivo a la Virgen de Chiquinquirá. Igualmente el Templo San Juan de Dios, acoge los domingos a las 11am a centenares de niños junto a sus padres, a una misa dedicada a los infantes.
Los niños devotos de Chiquinquirá
Yorgelis Lugo, cursante del sexto grado de 11 años de edad, manifestó que es fiel devota de La Chinita, pues su abuela desde muy pequeña le ha inculcado su fe hacía la Virgen. "Yo creo mucho en La Chinita porque es muy buena y bonita, es muy milagrosa, y le pido por mi familia, los niños enfermos y los ancianos".
Freddy Paz, estudiante de 12 años, expresó que su abuela es quien le ha pasado la fe de creer en La Chinita, pues sanó a un tío que vive en Santa Bárbara quien se vio muy grave a raíz de la mordedura de una culebra. "Mi abuela le pidió a la Virgencita y la escuchó, le hizo el milagro a mi tío y hoy está vivo, por eso yo creo mucho en Ella… Mi tío vino a La Basílica a visitarla cuando ya estaba bien".
Estefanía Urdaneta, cursa el primer grado y tiene 6 años, muy sonriente contó que en su casa su abuela y mamá le hablan mucho de La Chinita y todos los 18 de noviembre la llevan a la misa y la procesión. "La Virgencita es buena y muy linda, yo le pido por la salud de todos lo enfermitos".
Zuyibeth Goméz, también de 6 años, dijo que su abuela la llevó desde pequeña a La Basílica y se la ofreció a La Chinita. "Desde chiquita vengo y le rezo a la Virgen, ella es muy buena y le pido por mis tías, por los ancianos y los niños".
Igualmente Carlos Caicedo de 5 años, Servidor de María, comentó que desde los 2 años su mamá lo lleva a La Basílica y le ha trasmitido su amor por La Chinita. "Yo le rezo el Santo Rosario, le traigo flores, vengo a misa y le pido por toda mi familia y la paz del mundo".
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