lunes, 24 de enero de 2011

Caribes de Anzoátegui vibró con su primer triunfo. Ganó 8X5

Anzoátegui picó adelante en la final al vencer a los Tigres con su propia receta: buena defensa y sólido bullpen

PUERTO LA CRUZ,VEN-23ENE- Caribes de Anzoátegui no se cansa de desarmar a los escépticos. Anoche, por segundo juego consecutivo, los indígenas le arrebataron a los Tigres de Aragua las banderas del buen bullpen y al unirlas con una fluida defensa y terminante ataque de once hits y ocho carreras cumplieron con un importantísimo objetivo estratégico: hacer valer la localía, tomar la delantera y ganar el primer juego de la final con score de 8-5 para regocijo de una bulliciosa multitud de más de once mil personas que hizo temblar con su contagioso entusiasmo los cimientos del  Alfonso "Chico" Carrasquel de Puerto La Cruz.  

La ofensiva oriental, manso arroyo durante el round robin,  se desbordó sobre el dique del abridor rival Seth Etherton, cuyo cuerpo fue arrastrado por un torrente de seis carreras en los tres episodios iniciales (cuatro en el tercero) que incluyó tres dobles y trío de cuadrangulares. Eso le permitió a los de casa sobrevivir al deslave de su iniciador, Manny Ayala, quien se fue a las duchas en el segundo acto con tres rayitas encima. Así que al comenzar el cuarto tramo el partido estaba en manos del relevo, la materia eximida de Aragua y en la que Caribes sacó quince en el todos contra todos. Pero Julio Franco buscó la manera de que sus taponeros subieran la nota y lo logró: dos tantos en siete tramos fue lo que pudo fabricar Aragua ante la fila de ocho brazos que con pericia trenzó  el piloto dominicano para desecar a los  bengalíes. Algo parecido ocurrió el viernes pasado, cuando Anzoátegui pasó a la final al derrotar a los maracayeros.   

Hubo dos episodios de brillantez en la labor mancomunada del relevo oriental que hicieron posible conservar el triunfo y que no se perdieran los bambinazos de Endy Chávez, Eliézer Alfonzo y de un Oscar Salazar que reventó luego de que sus tablas se quedaran represadas durante casi todo el año. Episodio uno: séptimo tramo, Caribes arriba 7-5, bases llenas, dos fuera y en el home Lastings Milledge, el importado de más prestancia en la liga y quien ya sumaba dos batazos para la calle. Franco mandó a llamar a Kendy Batista, quien sin los pergaminos de su contrincante lo obligó a dar un globito de foul por primera para sofocar el alzamiento. Batista lanzó sin miedo, sin creerse menos. Y fue más. Un capítulo más tarde, otra pincelada: de nuevo bases llenas, un out, la pizarra 8-5  a favor de los anfitriones y en el plato el tercer palo de Aragua: Alex Romero. Franco no se lo pensó mucho: le quitó la bola a Batista y se la cedió a Renyel Pinto a pesar de su discreto accionar en la semifinal y su tendencia al descontrol. Si Pinto traía un costal de bolas era la muerte, solo que el siniestro se portó a la altura. Luego de abrir con una pelota mala tiró un envío quebrado en strike y pareció tomar el control. De inmediato forzó un rodado por segunda que Alexi Amarista, Jonathan Herrera y Luis Jiménez convirtieron en rítmico y salvador dobleplay. De 7-0 se fueron Romero y Wilson Ramos, tercero y cuarto en el orden de Buddy Bailey. José Cabrera vino con su recta pesada para liquidar el  noveno y alimentar la fe en que Caribes todavía da para más.  


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